Laguna del Carpintero: el primer caso Tajamar. Entrevista a la abogada Hilda Gómez (parte 1)
martes, febrero 02, 2016
Juan Carlos Espinosa
Practicum l
Ante la indignación social por la tala de casi 50 hectáreas de manglar en la zona conocida como Tajamar, en Cancún, Quintana Roo, este reportero recordó sus raíces: Tampico, Tamaulipas. Además, en un acto nostálgico, también retomó de su archivero mental un caso bastante similar que acontece todavía en su tierra natal: el de la Laguna del Carpintero. Por lo anterior, no dudó en contactar a Hilda Gómez: ella es académica en el Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas y activista en favor de los derechos humanos y ambientales. Sin duda, parte medular para que el caso llegara, desde finales del 2015, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Por todo lo anterior, el reportero tomó su teléfono y marcó a la abogada porteña. Éste fue el resultado...
Licenciada Hilda Gómez, abogada y catedrática tamaulipeca.
Licenciada Hilda Gómez: abogada y catedrática del Instituto de Estudios Superiores de Tamaulipas, universidad adscrita a la red de universidades Anáhuac, muchas gracias por aceptar la entrevista.
De nada, a la orden.
Quisiera empezar de general a particular. Lo que ahora está muy presente en la opinión pública y los medios de comunicación es el tema Tajamar en Cancún, Quintana Roo. Todo derivado a un proyecto inmobiliario que FONATUR (Fondo Nacional de Fomento al Turismo) avaló y que algunos han llegado a llamar “ecocidio”. ¿Qué opina al respecto?
Es lamentable la devastación ecológica en cualquier lugar. En Tajamar, debido a que se debe a un ecosistema de manglares urbano, que es visto todos los días por muchísimos cancunenses que circulan por las avenidas de la ciudad, que además recibe muchísimo turismo nacional e internacional, nos hemos podido dar cuenta de un caso triste, como los muchos que suceden y no nos enteramos. Este suceso nos muestra cómo hay una depredación de la riqueza natural de nuestro país y que se está haciendo de manera impune.
En este caso, ¿qué refleja el caso Tajamar sobre las actuaciones de los funcionarios ambientales federales y de las leyes ambientales que, en teoría, están para que estos casos no sucedan?
Sacas un tema fundamental, que es el de la impunidad. Digamos, el flagelo más doloroso que sucede en el país y el medio ambiente no está exento. La impunidad es consecuencia de la falta de efectividad de las garantías… Cuando se violentan leyes y derechos humanos y es la falta de efectividad en los mecanismos para garantizar nuestros derechos lo que tiene una consecuencia muy grave hacia el Estado como organización política.
Porque la función del Estado, es poder desarrollar fines a favor de las personas. La personas son un fin, no un medio. Entonces la actividad del Estado debe ser dar bienestar y proveer a las personas de bienes. Debe entregar resultados positivos para el desarrollo y el ejercicio de libertades. ¿Qué pasa si nosotros como personas estamos reconocidos por derechos fundamentales por la Constitución pero esos derechos fundamentales, cuando son violentados, y los mecanismos para atenderlos no son efectivos?
Tala del manglar en Tajamar (2016).
La consecuencia es la existencia de personas sin derechos, es decir, pareciera que tenemos un Estado donde el objetivo es que las personas podamos desarrollarnos, pero en realidad lo que tenemos son personas sin derechos por esta falta de efectividad. La impunidad, lo que revela, es que los mecanismos para realizar los derechos humanos son débiles y esto fue lo que pasó en Tajamar.
Una cosa que también le quisiera preguntar, licenciada, es el caso del mangle. ¿Qué hace que los manglares sean de tanta importancia en el sentido jurídico? Que al final, hace que la devastación cause mayor rechazo por parte de la sociedad. ¿Qué los hace tan especiales?
Los manglares están muy protegidos a nivel mundial y en México, no sólo por la Ley General de Vida Silvestre, que ya se ha empezado a hablar de ella mucho más a raíz de este caso, donde se prohíbe la afectación a los manglares. Hay que decir que en materia penal, también la tala de manglares es considerado una conducta muy grave. Porque este ecosistema te ofrece enormes beneficios ambientales.
¿Cómo cuáles?
En primer punto, la captura del carbono, que es un gas que afecta a los seres vivos y es de efecto invernadero, por lo que produce calentamiento global y cambio climático. Otros árboles también capturan carbono, pero el manglar está muy protegido porque captura 20 veces más carbono que cualquier otro árbol. Una hectárea de manglar captura hasta 20 veces más que 20 hectáreas de pinos, encinos u otro tipo de bosque.
Si nosotros talamos casi 50 hectáreas, como en Tajamar, pues multiplíquenlo por veinte. Otra cosa que hay que decir, los troncos y las ramas de los manglares son almacenaje de ese carbono. Cada hectárea de mangle puede captar, reservar y almacenar hasta mil toneladas de carbono. Entonces, cuando nosotros cortamos una hectárea de manglar, no sólo deja de hacer su función de captura de carbono en favor del medio ambiente, sino que arroja al ecosistema todo el carbono acumulado.
Otro beneficio: purifica nuestros mantos acuíferos. El manglar tiene la capacidad de quitar la sal, y captar sustancias que son tóxicas y se encuentran en el agua, con lo que la purifica el vital líquido, por lo tanto, talarlos tiene un efecto en la contaminación del agua. Otra cosa muy importante también, es que es una barrera contra vientos en casos de huracanes. El manglar protege a las comunidades vecinas porque aminoran la fuerza de los vientos y, por lo tanto, los daños que puedan recibir quienes viven alrededor de éstos van a ser minimizados.
Sin mencionar su función de captar el agua a través de los subsuelos porosos, evitando que se inunden las poblaciones vecinas. Un beneficio ambiental que tampoco mencioné, es que el 70% de los peces que vemos en los mares y en los ríos que se conectan con esta agua, viven en algún momento de sus vidas en un manglar. Así que cuando nosotros talamos un mangle, de repente, ya no hay peces. ¿Por qué? Porque es ahí donde se protegen de sus depredadores.
Aquí culmina la primera entrega de esta entrevista, dividida en dos partes, con la abogada Hilda Gómez. Para continuar leyendo esta conversación, COMA los invita a seguir con la parte dos de la misma…