A todos los que aún no han visto la nueva película de Quentin Tarantino, no se preocupen este es un artículo LIBRE DE SPOILERS sobre la octava producción nominada a mejor fotografía por Robert Richardson y mejor actriz  de reparto para Jennifer Jason Leigh de este peculiar director que se ha convertido en uno de los favoritos de la industria.

 

Tarantino nos tiene acostumbrados a un trabajo que va mucho más allá de la sangre en grandes cantidades, aunque ésta sea una característica de sus producciones, en sus films existen varios elementos que hacen que estos sean ganadores de reconocimientos por parte de diversos festivales, pero sobre todo por los fanáticos que asechan su trabajo.

 

 

Con varias películas que ahora forman parte de la cultura pop, Tarantino no podría decepcionar a su audiencia con su octavo film “The Hateful Eight”. El director adepto a los spaghetti western regresa a esas raíces que le han formado de un nombre en la industria, con una producción bestial filmada en 70mm ¿no están sorprendidos aún? se los explicaré, los 70mm a diferencia de los 35mm convencionales, le dan a la fotografía una calidad impresionante, más colores, más definición, más real, por supuesto, grande siempre es mejor.

 

La producción cuenta con varios actores cliché de Tarantino, como Samuel L. Jackson, Tim Roth, Kurt Russell y Michael Madsen. La historia, situada pocos años después de la Guerra de Secesión, podría parecer simple, pero es todo lo contrario, con diálogos que llevan al espectador a sentir un nerviosismo extraño y en algunas partes cierta perturbación por lo que acontece en la trama. Tarantino lleva esta octava película a una narración acompañada del tipo film/espectador, en donde la sangre y las muertes no son el factor que toma el protagonismo.

 

Una fotografía muy a lo Tarantino, con locaciones que realmente te transportan a una época limitada, ahora increíble para nosotros, recrea hasta el más mínimo detalle de la cabeza de este genio del cine, que acompaña una banda sonora indescriptible, logrando así resaltar las características que hacen de esta película una pieza digna de un octavo lugar en la filmografía de Quentin.

 

Con su sello personal, el film se divide en capítulos, que van revelando uno a uno las piezas de un rompecabezas que al final provocara algo a la persona que lo esté viendo, y menciono “algo” debido a lo bueno que es Tarantino creando sensaciones diversas en su público, e incluso con los que no le conocen.

 

 

Como último consejo, les advierto que no deben de olvidar algún documento oficial con foto que pruebe que son mayores de edad, de lo contrario se quedarán con las ganas de ver “The Hateful Eight”, así que están advertidos, está película es clasificación C, ya saben a qué le juegan cuando se sientan tentados a comprar boletos para el film.